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Hoy es el Día Nacional del Café y qué mejor forma de celebrarlo que aprendiendo a hacer que el café que te gusta, te luzca más.
Porque sí, el filtro que usas puede cambiarlo todo… El sabor, la textura, incluso hasta la receta, por eso te dejamos 3 tipos de filtros que podrás aprender a usar de una forma fácil y práctica:
Primero tenemos el filtro de papel: limpio, claro y directo al grano
Es el más popular y el más fácil de conseguir. Si eres de los que prepara en Chemex, V60 o Melitta, este será ideal.
Este tipo de filtros retienen muy bien los aceites y sedimentos ayudándote a lograr una taza limpia y suave. Lo no tan bueno es que si no lo humedeces antes de usarlo puede absorber un poco del sabor de tu café.
Como segunda opción tenemos el filtro de tela: ese que sabe como a casita.
Es muy usado en métodos tradicionales (principalmente en Colombia), dándole una textura más rústica y con más cuerpo al café que vas a preparar. Son buenos porque no absorben tanto aroma y dejan pasar más aceites. Lo no tan bueno es que debes lavarlo bien y dejarlo secar, porque puede alterar los sabores si no le das el cuidado necesario.
Y como tercera opción para los cafeteros expertos que prefieren sabores intensos,
pero que quieren mantener igual la tradición, está el filtro de metal.
Generalmente son de acero inoxidable, ideales para cafeteras como la Italiana y la Prensa Francesa. Son reutilizables, ecológicos y conservan todos los aceites del café. Es importante que lo laves de cada uso y sepas que este tipo de filtros dejan pasar sedimentos.
Es ideal si buscas un café con más cuerpo y una opción duradera y sostenible.
¿Y a ti, qué filtro te luce? ¿Qué café prepararás para celebrar el Día Nacional del Café?
